Una de las primeras consideraciones que tenemos en cuenta al iniciarnos en la acuariofilia, es que al menos existen dos tipos básicos de acuarios, los marinos y los acuarios de “Agua Dulce”.
Muchas especies de peces de acuarios provienen de cuerpos de agua cuya cercanía con el mar facilita que el agua de mar se mezcle en cierta medida con el agua continental dando como resultado un agua con salinidad intermedia comúnmente conocida como agua salobre, a la que varias especies de peces se encuentran adaptadas, como es el caso de los peces arquero, guppies, pangasios, entre otros.
San-Halita es un sal de elevada pureza que se contiene por la evaporación del agua de mar y cuyo contenido en cloruro de sodio es del 99.96% en promedio, lo cual significa que es la sal más pura de que se pueda disponer de manera económica para incrementar la salinidad del agua en los acuarios, por lo tanto no enturbia el agua.
San-Halita se recomienda como terapéutico contra algunas enfermedades parasitarias benignas causadas por protozoarios oportunistas, como la trichodiniasis, epistiliassi, entre otras. El tratamiento se fundamenta en que muchos de estos microorganismos tienen poca tolerancia a concentraciones bajas o moderadas de sal. Se recomienda utilizar de 1 a 5 gramos de San-Halita por cada litro de agua para combatir este tipo de enfermedades.
También puede utilizarse como tratamiento tonificante para algunas especies de peces, como los japoneses en sus diferentes variedades después de traslados largos en que los peces suelen llegar agotados o deprimidos por el estrés.
San-Halita deberá ser utilizada con precaución ya que no todas las especies de peces toleran la sal disuelta en el agua, como es el caso de los géneros Corydoras y Brochis, por mencionar algunos de los más comunes.
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